Mi nombre es Camila, soy estudiante de Pedagogía en la Universidad Panamericana y el semestre pasado (Primavera 2022), con la intención de sumar al desarrollo social y sostenible de México, realicé mis prácticas profesionales dentro del área de Compromiso Social de la Universidad. Dentro de esta, tuve la oportunidad de trabajar para COLABORE, el cual es un programa que busca promover la inclusión laboral para personas con discapacidad. A lo largo de esta experiencia participé en diferentes proyectos, como la organización de la “5ta Feria del empleo para personas con discapacidad”, la planeación e impartición de diferentes talleres de formación humana para PCD y la ejecución de diferentes sensibilizaciones sobre el tema.
Mi estancia en COLABORE ha sido una de las oportunidades de aprendizaje más significativas que he vivido. Aprendí aspectos teóricos sobre los diferentes tipos de discapacidad, pero además tuve la oportunidad de convivir de manera directa con PCD. Es así como ellas dejaron de ser cifras y se convirtieron en historias, que me sensibilizaron al punto en que hoy, la discapacidad se ha convertido en un tema que me apasiona y al servicio del cual quiero seguir poniendo mis capacidades.
Aquí tres experiencias que fueron especiales para mí:
1. Aprendí que la inclusión laboral más allá de ser un ideal, es un objetivo alcanzable. Esto sucedió durante nuestra visita a CINIA, cuando junto al equipo de COLABORE viajé a Puebla. Aquí conocimos a una empresa mexicana que emplea primordialmente a personas con discapacidad mientras promueve su desarrollo integral. Durante esta experiencia tuvimos una visita guiada por la empresa, que cuenta con las áreas: Jardinería, Limpieza, Textil, Acondicionamiento y Automoción. Así mismo, tuvimos la oportunidad de platicar con el Director de CINIA sobre la inclusión laboral para PCD.
2. En la “Feria del empleo para personas con discapacidad”, que se realiza cada año en las instalaciones de la Universidad, me encontraba dentro del stand de COLABORE, brindando información sobre el programa a las personas que se acercaban. De pronto se acercó una persona adulta sorda, que trabajaba como auxiliar de limpieza en la Universidad. Esta persona no sabía hablar Lengua de Señas Mexicana o leer los labios, y buscaba información sobre algún tipo de institución en donde pudiera aprender LSM. La manera que encontramos para comunicarnos fue escribiendo en una libreta. Esta experiencia me ayudó a entender que cuento con el privilegio de poder expresarme con facilidad de forma oral, y que la mayoría de las personas pueden entender el mensaje que quiero transmitir. ¿Qué pasaría si tuviera que utilizar una libreta para comunicarme? Esto es lo cotidiano para muchas personas con discapacidad.
3. En COLABORE ofrecemos talleres de formación humana y profesional para PCD. Cuando organicé el taller de “Trabajo con sentido”, me encontraba entusiasmada por poder sembrar en los participantes una nueva perspectiva hacia el trabajo. Llegar a un aula repleta de personas con diferentes tipos de discapacidad: visual, auditiva, motriz e intelectual; cada una con sus particularidades, parecía un gran reto. Sin embargo, de la mano de Dios y gracias a la formación que he recibido en mi licenciatura y en Compromiso Social, superar este reto fue posible. A pesar de solo convivir con él por un par de horas; este grupo de PCD, participativo, diverso y receptivo, se convirtió en uno que trascendió en mi.
Otro de los aprendizajes más sólidos que me llevo, nace de las personas con las cuales trabajé. Ellas me inspiraron a aspirar a ser una profesionista segura de mí misma, justa, amable, bien hecha, honesta y sobre todo, a encontrar en el trabajo una fuente de alegría y de satisfacción. Hoy termino este periodo de prácticas profesionales en Compromiso Social agradecida con todo nuestro equipo y motivada para seguir trabajando a favor del bienestar de México.